He contado alguna vez que he sido asiduo a un bar, luego intermitente y ahora, pues otra vez asiduo, aunque pienso volver a desaparecer o ser intermitente en breve.
En ese bar conozco a casi todos los que trabajan en dicho local, desde el jefe, hasta el resto de personas y ahora, particularmente a la persona que está por la tarde y de la que ya he hablado alguna vez.
Mi amigo cartero es habitual un día a una horas específicas, para mi tarde para tomar café y alguna vez he ido y otras veces he coincidido alli casi sin esperarlo. Él y la persona detrás de la barra, a veces, son compañeros y tiene gente en común e incluso se escriben mensajes sobre cualquier tema, yo, ni tengo su teléfono.
Ya conté que el último día de trabajo de dicha persona, un 5 de septiembre ella ya había propuesto quedar después de su trabajo y yo estaba incluido en dicho encuentro (no encontraba el motivo) pero, el amigo cartero, casualmente me llamó para confirmar mi presencia y, cómo no tenía otra cosa que hacer dije "vale".
Antes de dicho encuentro yo no sé si mi amigo cartero y esa persona han tenido algo, ambos dicen que no nada, pero, lo intuyo.
Volvamos al encuentro nocturno: allí estuvimos los tres tomando algo hasta que llegó la despedida y mi amigo cartero se fue y yo acompañé a esa persona un rato hasta su casa..y en la despedida nos los pasamos bien.
La semana que regresó me pasé por dicho local varias veces y la semana siguiente también, y diciendo lo más o menos lo que pensaba, la pregunté si nos veríamos cuando terminara su trabajo, pero ella dijo que tenía otros planes y ya..por supuesto yo incluía al cartero, pero no se le hizo ninguna mención.
La ciudad es pequeña y coincidimos casi a la puerta de otro sitio conocido para mi y todo lo que pasó me resultó raro: lo primero la llamé por su no nombre, y ella vino hacia mi: se quitó el casco que llevaba en el oído y no sé si la pregunté de donde venía o no, pero si me dijo que acababa de dejar a su pareja en su lugar de trabajo, que iba a casa de su familia, pero no la apetecía demasiado...todo esto, sin dar ni dos besos, y el mini abrazo forzado lo inicié yo, ella, se acercó y sonrió...y se marcho...algo la dije de vernos, pero se limitó a sonreír.
Total, que esa mini historia si es que se puede llamar así, creo que ha llegado a su fin y las cosas que tengo que hacer, que están en mi mano, son fáciles: la primera, como he dicho, dejar de ser habitual para ser intermitente, y eso, si coincidimos por la ciudad, perfecto, sino, cada uno por su lado, entonces, entre la extrañeza del amigo cartero y la desaparición de ese local y de esa persona, todo volverá a la normalidad...y todo esto, espero, antes de noviembre...jejeje.
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