Ese es el tiempo que el amigo cartero lleva de vacaciones, 23 días con sus 23 noches, y, de momento, lo más lejos que ha llegado ha sido conmigo a un pueblo a escasos cinco minutos de esta ciudad, si descartamos el famoso viaje para tomar chocolate en otro sitio.
Desde entonces, intuyo sus días, en casa, viendo películas, moviendo muebles y ensayando con el instrumento para los eventos y poco o nada más.
Hace dos semanas si que fuimos a cenar las dos noches, de casualidad y en dos sitios diferentes. Este pasado viernes también, pero ya el sábado cambié de cosa que hacer para no ir a "desayunar" e intuyo que, por la tarde, se fue a pasarla al pueblo y poco más.
Y es que, esa misma tarde de sábado, decidí, como otras tardes, no enviar mensaje para proponer algo, o simplemente proponer nada. Ya dije hace tiempo que "me había cansado precisamente de eso, de ser siempre el que propone las cosas" y sé que si no las propongo, el resto, hace sus cosas y yo, las mías, pero sin decir nada a nadie.
Fue curioso cuando el otro día ya me dijo "hay que ir durmiendo más que pronto se acaban las vacaciones" y si, parece que ese es su plan, dice que si el tiempo no acompaña, y demás frases suyas que siempre dice para justificar eso, "que no hace ni va a ningún sitio".
Es curioso porque si pensé que me diría algo del escultor, pero no lo hizo, quizás crea que no lo sé...
No hay comentarios:
Publicar un comentario