Estos primeros días de cosas nuevas tengo sensaciones muy contrarias, buenas y malas.
Empecemos por las malas: noto cierta desorganización en algunos aspectos y a la hora de tomar ciertas decisiones, que, en el fondo, me pueden afectar, y, aunque ahora seamos todos muy amigos, sé que en el futuro cada uno se irá por su lado y seguirá su camino, como me ha pasado otras tantas veces.
Y las buenas: me enfrento a algo completamente nuevo, que, en parte, no está bajo mi control, y que, tampoco sé como seré recibido ni como recibirán lo que hago, supongo que al principio con precaución y luego ya iremos viendo.
Eso si, tengo ganas de que llegue el primer dia de "fuego real", para meterme en la rutina y enfrentarme a ver como será cada día, como decía en su día cuando abría la puerta "vamos a ver qué pasa hoy", ahora estoy parecido, pero sin horario definido y cuesta mucho, saber cuando entras y no saber cuando sales....
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