Mis problemas de conectividad con internet hacen que no pueda escribir, de momento, con tanta frecuencia como antes.
Han pasado cosas, muchas de ellas esperables por mi parte.
La primera, el cartero me la volvió a clavar el pasado viernes, ¿cuántos van ya?.
Durante la semana hablamos de ir a cierto bar para ver la cena de compañeros de un amigo, el caso que él no decía nada de si o no: de repente, el jueves a última hora recibo un sms diciendo que le ha "surgido" algo la noche del viernes, sí, otra vez, no decía nada más: es decir, yo creo que desde hace tiempo sabía lo de "ese concierto"pero, hasta el día antes no me dijo nada.
Al final, quedamos un rato, y él a lo suyo y yo a lo mio, pero, curioso fue.
El sábado por la mañana y hasta la tarde estuvo llamándome la soriana: como también era previsible, ella estaba por la ciudad, camino de Salamanca y como venía sola, si yo hubiera tenido tiempo, nos hubieramos visto, pero, no fue posible, hablamos un poco y nada más.
Del madrileño y del zamorano, también previsible, siguen en sus trece o catroce de no llamar en ningún momento, es más, sé que el madrileño estuvo por aquí, pero, no hubo noticias de él: supongo que, como todos, como tantos, cuando vengan, llamará y si se puede se queda si no, pues no..
La última es del cartero, de hace un rato, le parece "tarde a las 19 horas", en fin, luego quedará con gente más tarde y no podré decir nada.
Por sus hechos le conocereis...
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