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martes, 17 de septiembre de 2024

4869 Y llego el mensaje...

 Más de dos meses después, exactamente, dos meses y un día, la persona que fue mi última ilusión por fín me escribía.

Como casi siempre que pasa tanto tiempo, que, ha querido escribirme alguna que otra vez, pero, al final, siempre se la hacía tarde (¿me estaba pidiendo perdón sin pedirlo?) o quizás soy su "última opción y se acuerda de cómo estoy, son cosas que nunca sabré.

El caso es que, su mensaje fue hacia las siete de la tarde, un domingo, todo bastante raro, un domingo que se celebra una fiesta en su pueblo y que ella misma puso una foto, por la mañana de dicho evento, y como digo, no fue hasta dos horas después cuando me decidí a contestar, algo escueto, creo, y contando donde estaba este curso, con una frase que creo que la habrá dejado pensando, tipo "las cosas no están siendo fáciles, al menos en el inicio, pero espero que la cosa mejore con el tiempo", y una vez más, siendo la hora que era, apagué el teléfono y hasta el día siguiente.

Lo curioso que, pasados estos primeros quince días, no me haya preguntado nada del verano, y no sé si ella se ha sorprendido de que yo no haya realizado ni una sola pregunta sobre su trabajo o donde está, no es falta de interés, sino, como ella me ha dicho "casi siempre", yo no pregunto, si me lo quieren contar bien y si no, pues es que no tendría que saberlo, y creo que de ella sé más cosas de las que debería.

Tengo la duda de si querrá quedar en los próximos días, o quizás, esta misma semana, como ella me dice "si encuentra un hueco, ya sabes como es mi tiempo", o quizás, no sea hasta las próximas vacaciones o yo que sé, como ella me ha dicho "estamos en otro momento, y quizás, ya no sea ni necesario quedar entre nosotros" porque, ya no tenemos nada en común y no podemos hacer nada el uno por el otro.

En fin, como siempre me han dicho, la vida sigue, siempre con una armadura en el cuerpo y una sonrisa que nadie detecte ni un momento de debilidad, esa, se queda en casa...

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