Ya saltó la liebre, el amigo cartero tiene una nueva ocupación, al menos, de momento trimestral y es que, alguien a su edad, le enseñe algo de música y de guitarra.
Todo me ha sorprendido bastante, la verdad, a saber como lo ha buscado, como se ha informado y ahora entiendo lo que va a pagar de un lado, necesita quitárselo de otro: no seré yo el que diga que no lo haga, aunque me sorprenda, pero, en este caso, sospecho que no irá solo, como casi siempre, a ese tipo de sitios.
Se supone que mañana hemos quedado para una actividad, pero, dudo de que vaya, de que llegue...en fin, él en esos caso es así no dice nunca que no, pero tampoco que sí, en cambio, con otra gente si que dice que si y no lo dice...
No me gusta mucho hacia donde deriva esto, pero, cada vez nuestros caminos están más separados...
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