Esta semana pasada una tarde salí a dar una vuelta por mi barrio y muy casualmente, me encontré con dos personas: la primera fue la exsoriana, llegaba de trabajar y en sus planes, que luego no fueron tal, se iba de viaje a ver a una amiga a Madrid, pero, en ese momento, regresaba a su casa y me contó que había pasado por casa de unos vecinos para darles ropa de su ser menor: no lo dije, pero si pensé "pues podría haberme dado un toque", pero no lo hizo.
Siguiendo mi mini paseo, de repente me encontré con un amigo con el cual, sobre todo, he jugado al fútbol y que era muy amigo del amigo escultor, algo pasó en sus vidas, yo, solo sé una versión, pero, dejaron de verse, de hablarse e incluso el uno ha sido bloqueado por el otro de todas las redes sociales, aún así, el escultor sigue enviando mensajes por alguna red social, y el otro, ni contesta.
Nuestro mini paseo fue agradable, hablando del trabajo, de "pequeñas enfermedades" y poco más, hasta que llegó su mujer y nos fuimos cada uno a nuestra casa.
Mientras paseabamos, yo sí que pensaba en el amigo escultor, pero no dije nada, y él tampoco me comentó nada.
Esa misma semana, quedé con el amigo escultor que me tenía que dar una cosa, y no sé el motivo, quería quedar en un bar muy cercano a la vivienda del otro amigo. Con el amigo escultor hablé sobre todo, de su trabajo, y de su futuro y solo al salir del bar, como casi siempre, fue él quien dijo "no sé si estará por aquí este chico" y yo, en este caso, si me puse algo nervioso, pero solo dije "pues no lo sé", pero afortunadamente, no hubo encuentro, al menos, así lo pienso yo.
Y es que, intentar contar al uno las cosas que había hecho con el otro, no me parecía lo más adecuado, y como yo si mantengo cierto trato cordial con él y no me apetece perderlo, mejor, lo dejé estar....en ese sentido, cada uno tendrá sus razones y yo no debo meterme absolutamente en nada.
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