El otro día estaba escuchando una "charla" sobre el nacimiento de alguien y como ese nacimiento de alguien significaba que empezaba una nueva época, que hasta ahora, lo antiguo tenia un nombre, pero ahora lo nuevo, tiene otro nombre y se supone que será todo mucho mejor, eso es lo que, como digo, nos espera o esperará.
Si esas charla hubiera sido en cualquier otro contexto, que alguien hubiera inventando algo o cosas de ese estilo, y que, esa persona había probado el cambio con ese nuevo invento, es probable que, el aforo hubiera estado más lleno y la gente expectante por probar ese nuevo invento. Pero, no era el caso, estábamos en un aforo muy pequeño, con gente sobre todo mayor y sin poder "preguntar nada": el conferenciante, no hacía más que decir, lo nuevo es lo bueno, hay que dejar atrás lo malo, lo anterior, únete al nuevo, experiméntalo: y entonces, en mi cabeza empezó a tener preguntas, tipo "¿está usted seguro que es mejor que lo nuevo que lo viejo? ¿está usted seguro de querer experimentar cosas nuevas? o incluso en el lugar que estaba ¿está usted seguro de la institución en la que está quiere cosas nuevas? ¿las va a poner en práctica? ¿aceptaría lo nuevo, todo lo nuevo de ahora su institución?
Lo más probable que a todas esas preguntas no obtuviera respuestas y le pondría entre la espada y la pared se iría por otras respuestas, para mi, no interesantes.
El caso es que, cuando se habla de algo, hay que saber aceptar sus consecuencias, y si no has pensado en esas consecuencias, es mejor que hables de lo bonito y lo que supuso, pero, abrir nuevos caminos sin saber las consecuncias, o que te hagan preguntas, es mejor, no hablar.
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