Si hace una semana me dicen que iba a terminar una etapa de mi vida, así , de repente, sin opción de volver a ver a la misma gente que he visto durante años, para compartir, trabajo o café, me resultaría completamente imposible.
El caso es que si, desde que sé mi nuevo destinos para el próximo curso, este final se me ha hecho un poco cuesta arriba, con dos pequeños detalles: me voy como llegué, sin nada, y sin nadie, a mi lado, y sin nada de regalo que llevarme: tenía un poco de miedo por que pensé si me daban algo, me rompería por dentro, y si no me lo daban, creo que me sentiría mal por el "poco aprecio" que me pienso que me tiene, y así ha sido, me he ido, con mi moto, sabiendo que a las 9 am, no estaré allí aparcado ni sonará la música ni me meteré con nadie en plan bien..y en el otro, no iré a tomar café con los compañeros, ni sabré cuántos viene o van...ni veré al otro amigo con sus neuras, de si quiere cambiar de trabajo, buscar otros aires....
En fin, muchos, muchos cambios en esta última semana, poco esperados, pero, que como me ha dicho alguien "en diez días volverás a tus estándares de ahora, pero de forma diferente", eso espero.
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