La tarde del otro día me dio por tener apagado el móvil, yo tenía, más o menos mis propios planes y en ese caso no quería que nadie me interfiriera, ya que, luego, si quedo con más gente dentro de mis planes, acabo, como ya me pasó, bastante cansado, eso, por un lado, pero, por otro lado, no pensé que fuera a llamar nadie, digamos que tenia a las personas que me suelen llamar "controladas".
Pero ese control se saltó el paso de llamar al fijo y yo allí no estaba, por cierto, el otro día, según entraba en mi propia casa me estaban llamando, y en este caso, tampoco lo quise coger, jeje.
El caso es que, como era previsible, horas después encendía el teléfono y las redes sociales y una persona me contaba sus planes para estar con ellos y tomar algo: vamos, estos son mis planes y si te viene bien te acoplas, pero, en ese caso, ni me apetecía ni me venia bien, pensé más bien que esos planes debería hacerlos con su propia pareja, ya que, luego, cuando está conmigo, bien que llama a su pareja para cosas, unas veces importantes y otras, desde mi punto de vista, no tanto.
Asi que, como digo, todo cerrado y luego hice lo que quise, hasta que, con gran nocturnidad, recibo una foto del amigo cartero, enseñando una llame y entonces es cuando me puedo imaginar que está haciendo, pero, lo que ya no me creo es que lo haya hecho, de repente, sin pensarlo y sin programarlo, es más, dudo bastante que esté solo, a este, como él ha hecho, no tengo intención de llamarlo en estas, sus vacaciones, como él no hizo conmigo en mis vacaciones...creo que no se sorprenderá por ello, pero, de estos dos meses míos de vacaciones he aprendido mucho, y es hora de ponerlo en práctica.
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