1150 Otro viernes raro

El viernes de ayer fue uno de los más raros en bastante tiempo: por la mañana estuve en la biblioteca dejando libros, café en un bar, también raro y luego regreso a casa.

Por la tarde, el cartero estuvo medio insistiendo en hacer algo por la tarde, algo se refiere a tomar café pronto que él luego se iba a currar: como a la hora indicada yo no había dicho nada, él supongo que se marchó donde fuera: a las 20 horas me iba a dar una vuelta, pero me llamó el de Zamora para ir a comprar un neceser de viaje para él bastante lejos, cuando días antes no quiso que yo se lo comprara: le acompañé, de regreso nos tomamos una cañita y para casa: lo raro de todo esto, es que no había excesivo tema de conversación entre nosotros, todo agotado, excepto en diversos temas que a él le apetecía discutir y a mí no, o sea, él argumentaba una cosa y yo, me iba por la tangente, ¿por qué tendrá la gente tantas ganas de discutir si no yo tengo ganas? Y es que, eso de estar con la novia bien y luego discutir con alguien, a mí,no me mola.