Un fin de semana más han pasado bastante cosas que no creo que cuente en una sola entrada, además de que no me gusta solo contar cosas si no comentarlas desde mi punto de vista.
Empezaré diciendo que por fin celebramos el cumpleaños del amigo zamorano: la relación no es la que era y con "mi noticia" de que es probable que quite los sms, significará que a ellos particularmente enviarmé menos sms.
Entre las muchas cosas raras del madrileño me sorprendió una: me contó que la semana anterior estuvo una hora por teléfono hablando con su amiga de Madrid, pero no por que la pasaba nada, sino que simplemente por que "ella queria contar su fin de semana" y me dice esa frase mítica "no sabes como son las mujeres": simplemente miré al zamorano y le dijo "como si este supiera como son las mujeres y hubieras tratado con muchas".
Y es la más pura verdad, no creo que haya tratado con más de tres o cuatro mujeres digamos íntimamente y de ellas la historia de que la madre de una amiga le da recuerdos, y que un día hizo la comida mientras su madre le daba masajes..
Aún así, no tiene ni una esperanza de "salir con ella como pareja" si no, como amigos, pero, tal vez, nunca como nada más.
Y el joven no da más de sí, ni querrá darlo: puede equivocarse, una y mil veces, pero no lo dirá.
Yo, con mi vida, y mis circunstancias, tan feliz.
Otro ejemplo: dejé intuir que la próxima semana estaría por su ciudad y me dijo " a lo mejor invitó a varias personas a mi gym y tú si vas": cuando le dejé claro que si que íria, él ya no me dijo absolutamente nada sobre "esa invitación al gym" ya se sabe, en ese caso más que nunca circunstancias...
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