Hace una semana, aproximadamente, le propuse al amigo cartero ir a ver un monologo de un personaje medio famoso que lo hace en un teatro de Valladolid, y no sé por qué, me imaginé pero su respuesta sería que no, aunque no directamente, si no, inventandose algo que hacer para no "poder ir".
Y una vez más, lo ha vuelto hacer: me comentó el día estipulado me comentó que se íría un rato a su lugar de trabajo para hacer cosas, claro, toda la tarde y ya no iría a ese lugar pensado.
Y pienso yo, que curioso es que, el único plan que tengo para todo el fin de semana, resulta que, a él se le ocurre hacer otra cosa y librarse, y sé que muchas veces cuesta decir que no, pero, hoy me alegro aún más de no haber ido ese día a esa hora a ese sitio, y hacer otra cosa, sabiendo todo lo que podía pasar.
Ahora me quedan cuatro días por delante sin planes cerrados, pero con ganas de hacer algo,en parte diferente al resto de días, pero, de momento, no se me ha ocurrido el qué, pensaré y veré que hago, supongo y me gustaría equivocarme, no me propondrá nada, al menos, nada que me guste...
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