Las grandes estrellas de la televisión cuando están en la cima de su trabajo, todo les va bien, tiene críticas positivas y la audiencia les respalda, ellos son muy felices. Pero todo ese castillo de ilusiones, se les suele venir abajo cuando ven la cruda realidad, no tienen programa, no tienen seguidores y se quedan en su casa, pensando qué hacer y que les respalde algún productor o cadena, y si no, buscan polémica.
No hace falta hablar de la trayectoria de toda la familia Campos: hace un tiempo, la matriarca pasó por el Sálvame Deluxe y la entrevista con el presentador no terminó demasiado bien: durante semanas se habló de ese tema, sus hijas la defendieron, como es normal y se dejó pasar el tiempo.
Hace no mucho tiempo, otra presentadora de fama también la entrevistó y una vez más, tampoco acabo bien la entrevista, entonces ¿ porqué regresar otra vez al mismo programa de la polémica?
Pues la solución es fácil: promocionar otro programa. Primero, pedir algunas disculpas por la polémica que hubo en su día, tratar de justificar a su familia y por último eso, promocionar otro programa que es más de lo mismo: como las redes sociales son para quien son, ella, decide salir con un camión a la calle y entrevistar a quien quiera, es decir, necesita de esa plataforma televisiva para promocionar ese otro programa, que, seguro que tiene alguna polémica y base suficiente para seguir con más programas parecidos.
Y es que, quien no sabe retirarse a tiempo, o no quiere, tiene que hacer lo que se lleva ahora, guste o no, cuando, realmente, lo que a esa persona la gustaría hacer, sería estar en un plató y hablar de lo que siempre ha hablado.
Hace unos días, leía un comentario donde decía que "ciertos programas deberían tener gente nueva y no personas con 60 años tratando a gente de 20 y esos de 60, se comportan como los de 20 y no les pega". Sé que nada cambiará, pero, la reflexión, es bastante buena.
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