Pues si, el amigo cartero, casi de repente, se supone, decidió comprarse un nuevo coche sin preguntar demasiado, se supone.
La historia, según él, fue que, cierto día preguntó en su taller de confianza sobre un coche en particular: esa persona buscó el coche y le puso en contacto con el cartero.
El cartero y ahora sé que el amigo ambuibérico, su mejor amigo, fueron a verlo, tipo, espacioso, ruedas y un líquido que tiene que echar, de vez en cuando, el coche, le avisará.
Pasó una semana: puedo creer que de hacer números, comentarlo a la familia, recibir opinión y tomar la decisión.
Para esa decisión también avisó al amigo ambuibérico, con lo cual, ya lo pongo como su mejor/más amigo de todos: fueron a por el coche, pagó lo que sea y ambos regresaron a su lugar de confort para con posterioridad, el cartero, enseñárselo a su familia, y por último, y en teoría el primero de sus otros amigos, a mí.
Y si, el coche el chulo, está bien, lo que él necesitaba, aunque si me sorprendió que no hubiera dado el "otro coche" y quizás busque una segunda plaza de garaje y si, dejó caer el meter el coche en mi garaje, rápidamente lo descarté, pero si, lo deslizó.
Al día siguiente, se lo enviamos en foto al resto de amigos: pocas preguntas por parte de ellos y yo no dije nada más.
Y esto me hace ver lo que he comentado antes: este tipo de decisiones lleva su tiempo, y quizás, su mejor referente sea el ambuibérico: sabe de coches, de motos, de espacio en dichos lugares, asi que, en teoría, en sus cafés que se habrá tomado con él, que no me ha contado, por supuesto, lo habrán hablado, que te parece, cómo lo ves...y cómo hizo con esa moto pequeña que tuvo, nunca supe de donde vino ni cómo la vendió: solo su nerviosismo por si me enteraba de algo, asi que, no enterándome, no pregunto ni da explicaciones: me creo que, con el coche viejo, hará algo parecido, cuando sea, tiempo al tiempo...
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