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lunes, 15 de marzo de 2010

1017 Un domingo diferente

A eso de las 15 horas, extrañamenteme llama el cartero, raro: normalmente se comunica conmigo por mail, pero es domingo y depende de lo que vaya hacer yo así hace él, pero no me cuenta que va hacer: le digo que no creo que salga, pero sé que no es verdad del todo: cierro comunicación con él.

Horas más tarde estoy en un bar con un amigo, con otro amigo que tiene "problemas con sus amigos": problemas que me "pueden afectar a mí" y es que, con sus amigos se llaman pero no se cogen el teléfono, y por eso están enfadados, uno no se habla, el otro tampoco se cogen y es que, este chico tiene varias manías, como todos: una es de llegar tarde a los sitios, otra es que al que quiere llama y al que no quiere, no lo llama y pasa de él: en este sentido, a mi, solo me llama los fines de semana, entre semana, "no existimos", y ahora, él con su tercadez sigue pensando que no tiene nada que solucionar y yo le comento "lo mío con el señor cartero", que entre semana muy bien, pero los fines de semana, cuando tiene otros planes, pasa de mí: me dice que no será para tanto, pero ciertamente así es.

Finalizamos la tarde dando una vuelta al perro de su amigo, le saco fotos, no para nada, pero tal vez, dentro de un tiempo, se las enseñe a alguien.

Empieza una semana rara, con un viernes de vacaciones, pero sin planes de despedida de soltero ni nada, y yo, espero, sólo pensando en mis oposiciones.

No sé nada del fieston de ayer, tampoco preguntaré, ¿para qué? Si me hubiera interesado, hubiera ido.

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