El pasado fin de semana, como otros muchos años, me fui al norte con tres amigos bien conocidos por este blog: el cartero, el zamorano y el madrileño.
La primera sorpresa fue que el madrileño pedía llevar también el coche, en principio, por que él pensaba que ir los cuatro en el coche, con las maletas podría ser un poco incómodo, pero, la verdad nunca la dijo: en realidad era todo un plan para, en primer lugar, volver a su ciudad más rapidamente y llevar a otras dos personas, pero nunca lo dijo, luego todo se sabe.
El zamorano no estaba por la labor de llevar dos coches, menos aún, pagar dos gasolinas, pero, no le hicimos caso, también se fue con le madrileño, ya que, quiso irse antes a su ciudad.
Intentamos hablar de nuestro próximo viaje, pero, el madrileño estaba más por la labor de ver que le proponen los demás, y el zamorano, estaba en silencio.
Una última cosa de ellos dos, empiezan a ser movil-adictos (no sé si existirá esa palabra): no sé cuántas veces miraron al móvil, no sé cuántos wassap mandaron a otra gente, no sé cuantas cosas subieron a facebook....increible, preocupante y hasta cierto punto, mal educado: que eso de estar hablando con alguien y el otro con el móvil.
En fin, cada vez veo con quien me apetece más ir de viaje y con quien no, y quien son más que interesados.
Veremos cuántas llaman o mandan mails durante estas semanas que no nos veremos, sobre todo para preparar "el nuevo fin de semana de vacaciones"
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