Ha vuelto a pasar una vez más y esta vez, no ha sido diferente, pero si me hice alguna ilusión al pensar que alguien me hubiera llamado, pero no, no fue asi.
Todo empezó ayer, cuando me tocó improvisar un poco la tarde, sin pensar si alguien me llamaría o no, y al final no fue así, es decir que no me llamó nadie.
La mañana empezó más pronto de lo esperado, e incluso pasando por dos sitios para intentar desayunar, en uno, estaba todo cerrado, en el otro no había nadie, asi que, me fui hasta mi casa para emprender en este caso una carrerita por la ciudad, mientras el resto de la ciudad estaba, entre pintando, jugando al ajedrez y otros eventos.
Y en esa carrerita por la ciudad, la cual ya no pongo en redes sociales, jeje, resulta que en el lugar más o menos indicado me encontré con el amigo cartero, que iba donde yo pensaba, a tomar un algo por el centro, eso si, en chandal: y en ese momento fue cuando pensé que quizas me hubiera llamado para indicarme su típica gracia de café y gafas, o incluso llamar por teléfono, pero él, a la cara no me dijo nada, y menos aún cuando llegué a casa y no vi ni su llamada ni su mensaje con iconos, nada, absolutamente nada.
Asi que, yo seguí con mi plan original de estar en casa y él, con sus temas de tener que hacer cosas, aunque luego no haga nada o tal vez si haga cosas más variadas...
En fin, cuando pasan las cosas que uno espera, ya, en este año, no me sorprende nada...
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