El otro día quedé con unos amigos que, la verdad hacía bastante tiempo que no quedabamos.
Mi amigo estaba leyendo algo digamos original y clásico y en principio no tenia muchas ganas de hablar de cosas, ni fútbol, ni la vida ni nada.
Al rato llegó el amigo cartero, tarde, como casi siempre y sin dar explicaciones, por eso, muchas veces no quedo con él, ya que, conmigo llega tarde y sin explicaciones, mientras que con otra gente, hay que ser puntual.
La verdad que hablar de muchas cosas no hablamos, solo él quería tratar dos temas: una película que había visto y de coches: de ambas cosas poco podía decir, la películas no la he visto y no sé si la veré y de coches, él está más puesto que yo: lo que más me sorprendió fue que mi amigo cartero si que sabía bastante de coches, de si eran grandes o pequeños, no de precio: mi sospecha es que está mirando algo, precio y demás, pero, como siempre, no dice nada hasta que no esté todo hecho.
En fin, que tal vez, hasta el próximo domingo no sepa nada de estos amigos, por que, del resto, no sé nada de nada.
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