Ha pasado bastante tiempo desde que, sin querer/ queriendo he conseguido cumplir una serie de objetivos, bastante fáciles, o no, según el punto de vista de cómo se mire, al menos para mi lo es.
El objetivo primero ya lo he conseguido hace bastante tiempo, paso a contar: desde hace tiempo los lunes voy a un sitio y al principio, como excusa para tomar café, quedaba a cierta hora con el amigo cartero y alli nos presentábamos los dos, estábamos un rato en ese sitio, café y luego cada uno a sus labores o lo que hiciéramos, esto duró varios años y a veces, me disgustaba porque el cartero llegaba tarde, como siempre se dormía...
Y de repente, el amigo cartero se apuntó algún curso de música y ya al cambiar el horario, no era lo mismo, ya tenia que depender de su horario, a veces me cuadraba y otras no tanto: poco a poco, dejamos de quedar en ese café y en ese lugar...
Pasó algo parecido con los sábados: casi siempre lo llamaba para ir a tomar café y bollo a un bar, al cual, no voy desde hace más de un mes, cuando antes era muy asiduo, pero, de eso hablaré mañana: alguna que otra vez, me llamaba él: luego empezó el deporte y no me iba bien tomar ese café, luego él tenia sus planes y sé que muchas veces él ha ido sin decir nada, y alguna que otra vez, yo he ido sin decir nada, sabiendo que no íbamos a coincidir...
Y luego llegó la exsoriana a mi vida: durante los primeros meses, casí, nos veíamos a diario: alguna que otra vez me fui algún centro comercial bastante lejano, para yo acabar disgustado porque, estaba haciendo cosas que normalmente no hacía y la compensación era mínima: escucharla a ella sus múltiples quejas sobre su entorno y alguna que otra vez, sus planes, que como es normal, no estaba incluido.
Poco a poco, fui haciendo otras tareas, me fue contando sus horarios, incompatibles con mi vida y mis cursos y así, pasó a casi ni vernos, a lo mejor un viernes o domingo tomar un café, casi siempre en su casa, mientras, hacen otras tareas,pues para eso me quedo en la mía....
Y ahora mismo, ni uno ni otro me suelen llamar para hacer algo, la exsoriana algo más, me puedo imaginar que a veces por interés, no tanto como me decía otras veces "tenía muchas ganas de verte...", eso ya no cuela tanto y el amigo cartero, hace su vida, muchas veces con otra gente, y no avisa de casi nada.
Y sí, estoy contento por tener la libertad de hacer lo que quiero cuando quiero y esa capacidad de, a veces decir que no...el teléfono no suena, pero he aprendido a que si suela es porque algo quieren, no porque me quieran ver...
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