Antes, la noche de los viernes estaba dedicada a la prensa del corazón, cuando dos programas competían entre sí para ver, quien hacía más audiencia y quien quitaba a quien qué famosos.
En una cadena, dieron la batalla por perdida y todos los periodistas se pasaron a la otra cadena, ya no para criticar, sino, para contar las mismas cosa que antes, pero ahora allí.
Esa misma cadena, apostó por la canción y decidieron moverse a la noche del sábado, la gente se debía entre, el corazón o la actualidad.
Y, en este periodo de confinamiento, han vuelto para apostar, de momento, por que sean los propios colaboradores los que cocinen para el resto, apoyados por dos chefs que les dan indicaciones varias, y a veces les ayudas: eso si, los que cocinan siempre se quejan
La primera gran bronca, preparada o no, nunca lo sabremos, pasó hace dos viernes, cuando de repente, una de las invitadas al escuchar ciertas palabras de la persona que preparó la cena, decidió marcharse, ya tenía tema para toda la semana: y otra colaboradora, aún confinada, recibe su cena, horas más tarde y se queja por ello, desde mi punto de vista "parece que incluso se ríen de ella" y como a ella la pagan..pues tiene "que tragar con todo".
Esta semana eran otras las persona que cocinaban, no hubo abandonos y sí reconciliación entre las que desde hace una semana, eran archienemigas, el tener que trabajar juntas, se nota mucho y la segunda pillada o no, fue que, la colaboradora que cena en su casa, la pillaron justo cuando estaba pidiendo a su pareja que la llevara un bocadillo de calamares, como digo ¿casualidad? Yo, lo dudo.
Y ya la prensa estará pendiente de porqué pide comida, si la comida es mala o poca y esta semana, hablarán de ello..tiempo al tiempo
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