Llevo una semana casi perfecta hablando de cosas no importantes ni transcendentes con "mi nueva ilusión", me he acostumbrado a la siguiente rutina.
De nueve a diez nos damos los buenos días y hablamos de cosas no importantes: si tenemos reuniones, más ella que yo, no suele escribir, está a sus cosas y atendiendo a todo: a media mañana, si no tiene reuiones, tiene videollamada con sus amigas del colegio y se pintan la cara, no sé ni de qué hablan y yo, no pregunto: después de comer hablamos otro ratito y a eso de las 17 horas sé que se hace silencio absoluto porque ya, hasta el día siguiente no hay contacto.
Las conversaciones, cada vez son menos interesantes, y aunque nos tengamos ganas de ver, más ella a mi que yo a ella, nada es como antes: si he visto a alguien, si he ido algún sitio, no suelo decirla nada, y ella a mi, solo al día siguiente: ya se ha acostumbrado a salir a pasear, por lo tanto, ya no sale hablar con su vecina y así pasa sus días.
Y luego está el fin de semana, absoluto y completo silencio, ni yo escribo ni ella tampoco, antes, me parecía "durillo" ahora, lo más normal, más tiempo para mi, para hacer cosas, preparar cosas, estudiar cosas..mucha más tranquilidad...
Y como digo, todo esto, lo tengo bajo control, hablando de lo que quiero, que se entere de lo que quiero..y ella sin saberlo, con su vida, feliz a medias y como me dijo un amigo "intenta no hacerla daño", eso hago, dejar pasar el tiempo y ella verá, poco más puedo hacer...
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