Hace unos días, haciendo zapping me detengo mi mando en el programa Sálvame de Telecinco y escucho, una vez más, discutir a dos personas, haciéndose daño innecesario el uno a la otra y al revés, no sobre sí mismo, si no sobre su propia familia: en un momento de la discusión la una intentó ofender al otro llamándolo "pink", en lugar de "pig": risas variadas por la equivocación, pero, el otro, con mucha más edad y experiencia sacó su artillería e hizo lo mismo..y claro, eso no es agradable, y recibió la reprimenda del propio director, no por el insulto, que también, sino, por el tono: la otra, cabreada, y ya fuera de cámara, venía a decir que se "sentía mal cuando tocaban a lo que más quería", y el otro, defendiéndose que eso "ella había empezado e insultado...y luego siguieron con sus cosas, o mejor dicho, con las cosas de los otros..
Y fue entonces cuando pensé que, partiendo de la base que todo es un show bastante preparado, qué necesidad tienen de usar el insulto o los ataques a su familia para poder obtener audiencia, y les da igual qué o quién lo pueda estar viendo, e incluso, si pueden, se "rien" de los fallos del resto, sin preocuparse por eso, la audiencia.
Es curioso, da igual casi en el momento que alguien ponga el programa, porque siempre hablan de su propio universo de personajes, todos saben de todo y de todos y si les gusta, siempre acaban con el "muy bien" y si tienen que darles caña, porque no les cae bien, se da...por cierto, del ganador del supervivientes si noticias en el programa, del resto tienen tantas...
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