Desde hace tiempo hay una "nueva profesión" relacionada con las redes sociales, y el título es, traducido, ser influyente en los demás.
La relación de este trabajo es bastante sencilla: a una persona famosa una serie de marcas le pagan porque ponga lo que quiera vender en las redes sociales y de esa forma, toda la persona que la siga, y de esa forma, vender más.
Antes, la gente iba a tiendas, se probaba ropa, le gustaba más o menos, iba a diferentes tiendas, miraba precios, pero ahora está todo en un solo click: te puedes comprar casi, cualquier cosa, que necesites.
Aunque pueda parecer algo increíble, si, hay que gente que diariamente ve a esas personas para ver qué se han puesto, cómo lo llevan diferentes colores...y ahora llegan los peros.
Realmente, nadie sabe cuánto les pagan a esas personas, en ese caso, casi nadie te dice la verdad: en teoría viven de eso, de vender cosas, pero luego los ves en televisión o en cualquier programa, con ropa dejada para que, como digo, el resto se fije y lo compre.
Se dice que al principio las marcas regalas las cosas para que puedan tener ventas o les ofrecen un precio bastante ridículo, y con posterioridad, según vendan, y así se van asociando diferente marcas para una misma persona. No solo, también hoteles invitan a personas, u apartamentos, así la gente dice "este ha estado en ese lugar, yo también quiero ir".
Se supone que es un negocio rentable, tanto para las personas, como para las marcas, aunque, si fuera por mi caso, no ganaban ni un duro ni unos ni otros: compro lo necesario, no me suelo fijar mucho en las marcas y aunque quizás no tenga un estilo propio sé lo que me gusta y lo que no me gusta.
Y las redes sociales, como otras tantas cosas, pueden engañar a quien se deja engañar o se deja llevar por una pasión desmedida por ciertas cosas, tampoco es mi caso, pero, si tanto a unos les va bien, será que es muy rentable, casi hay tantas marcas como personas o más...
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