Un sábado cualquiera estar con quien no apetece mucho estar, pero, a la vez, por medio obligación estas, es, cuando menos raro, y sobre todo, por que,cuando hablas de ciertos temas, ya sabes lo que te va a decir, por qué te lo va a decir y cómo te lo va a decir.
Ejemplo uno básico: quedamos en un bar para tomar algo y en ese lugar a él le gusta, a mi no mucho y siempre tengo la misma queja, que no da pan con las tapas, por ejemplo, pero, para él es barato y además, hace cierta tapa que a él le gusta mucho y te lo manifiesta una y otra vez, vamos, siempre que estamos alli.
Ejemplo dos: para ciertas cosas es legalistas, pero, para otras no tanto: le molesta que le pidan a él ciertos papeles de cursos hechos y no sabe el motivo de porqué no se lo piden al resto de personas y le molesta, como tener que recibir cierta firma para poder hacer un curso y entonces, él se enfada con su interlocutora, que probablemente a esa persona también se lo hayan dicho, y no se sabe de donde vendrá esa petición para él y yo me preguntaba ¿cuántas veces me habrá contado esa historia? Pues muchas y cuántas veces yo le habré dicho lo mismo, pues otras tantas, pero, él no entra a razones, y siempre dice y piensa lo mismo.
Algo tendré que cambiar, al menos, hoy ya lo hice y es que ver lo que tu quieres ver tranquilamente sin tener que aguantar ciertos comentarios, que sabes que hará una y otra vez y otra pregunta que también te hará ¿quedamos esta tarde? La respuesta es fácil, a estas horas, no lo sé, aunque, realmente, no me apetece..
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