En la tarde del sábado fui a tomar café a un lugar que voy de vez en cuando: el café que a veces me hace está regulero, pero, la compañia, si no hay nadie más en el bar y no hay jaleo, es ameno, como así fue.
El domingo repetí la experiencia con el amigo cartero y noté, bastante diferente con al persona que estaba detrás de la barra, aunque tampoco la conozco lo suficiente, pero si, noté diferencia.
Para empezar, yo creo que estaban dos amigos suyos, amigo y amiga y como es normal estuvo pendientes de ellos
Al rato llegó otra persona que a veces veo por alli y la camarera, directamente lo recibió con un abrazo, me sorprenidó bastante, porque, como ella misma dice, no suele hacerlo mucho: luego le prestó su propia chaqueta, y seguìa de confidencias con esa persona, mientras tanto, su amiga la enviaba mensajes, no decía nada, y ella contestaba, tampoco decía nada, solo, una miraba a la otra y se sonreian, mutuamente.
Nos despedimos normal, no como otras veces, y la vi, con esa sonrisa de querer decir algo bonito que la estaba pasando, pero no se atreve, o no quiere, directamente.
En fin, a pasar página que se suele decir, jeje.
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