Hace mucho tiempo que no hablo aquí de la amiga palentina, y es que, básicamente, no tengo mucho contacto con ella.
Que conste en este relato que si pienso en ella, que si, me acuerdo de ella, y no sé si esto es mutuo o no, ya que, no lo hablo con esa persona.
El otro día la envié un mensaje para preguntarla, entre otras cosas, el nombre de la persona que estaba trabajando de música, y no me dijo mucho más, tan solo el nombre de la susodicha, en este caso y ni si estaba bien, si estaba mal, si porqué no la escribía, nada de nada.
En parte, la entiendo, no la apetece volver a pasar por lo mismo de otras veces, quedar y desquedar, y no saber nada el uno del otro en mucho tiempo.
Pero, por otra parte pienso que, el que algo quiere, algo le cuesta y el llamar,el preguntar, el saber del otro, podría hacer cambiar algo, al menos por mi parte, pero, si no lo hace, haré lo que con otra gente, dejar su teléfono de lado y pasar a otra cosa, que no sé si será mejor o peor, pero, de comerme la cabeza, yo, ya, bastante poco.
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