El pasado viernes pasaron dos cosa que normalmente no suelen pasar.
La primera de ellas, después de estar sin saber nada, o casi nada, del amigo cartero, me llamo para nada en particular, quizás, hablar durante más de 40 minutos, sobre la semana, si había pasado algo o no.
Pero esa llamada, tenia otro propósito que yo sabía: si esa noche íbamos a poder ver el fútbol o no: los últimos dos partidos, por circunstancias lo habíamos podido ver y esta semana, pensé que me lo iba a quedar para mi y no se lo iba a enviar, asi que, cuando vi el mensaje, todo cuadró, me llamaba para saber si estaba viendo el partido o no: no hizo la pregunta, pero él si, a través de alguna plataforma, pero yo no le dije que tenia lo que otras veces le había enviado, asi que, la respuesta a la llamada, a través del mensaje, era todo lo esperado.
Y es que, esa mañana pensé, todo lo que es gratis, casi, te lo exigen, pero, si intentar tener una pequeña remuneración por eso, sé la respuesta, asi que, mejor no enviar nada y yo seguir viéndolo tranquilamente.
Decisión vs decir nada: es una de las mejores cosas decisiones que he tomado, no decir nada y hacer, unas veces, lo que quiero, otras, lo mejor para mi y sí, me funciona y me va bastante bien.
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