El pasado viernes fue el cumpleaños de "mi nueva ilusión" y por suerte, casualidad o lo que sea, hemos podido pasar unos pocos minutos, cosa, muy difícil que suceda en estos meses.
Para empezar estuve hablando con ella el día anterior, después de que ambos estuviéramos en una charla online y cuando yo sabía que su pareja no estaba por su casa y ella, según parece, recogía las cosas de su casa.
Hasta el día siguiente, es decir, hasta el día de su cumpleaños, no la dije que era una sorpresa ese detalle, simplemente hablar por teléfono: esa misma mañana hablamos poco, digamos lo normal últimamente.
Y por la tarde inicié mi otra sorpresa, intentar hablar con ella, mientras ella, estaría en su casa: pues fue imposible, ella, estaba todo el rato colgada al teléfono y ese primer intento en mi cabeza pensado no se dio: simplemente, me puse hacer deporte y de vez en cuando miraba al móvil y sí, veía sus llamadas, y así estuvimos un par de veces...hasta que por fin, sí, me cogió el teléfono y estaba en la farmacia al lado de su casa, a escasos dos minutos de vernos, y eso dice, ponerme a correr muy rápido y aparecer alli.
La noté algo cambiada, ella me dijo que había cogido peso, pero creo que era algo más, así como mirando a todos los lados, para que nadie nos viera, o mejor dicho, que nos viera gente conocida: fuimos a por una tarta y ella, de sus labios salió esa frase que tanto quería decirme, "me dan ganas de decirte que subas a tomar un café a casa", ambos sabemos que era imposible: simplemente, la dejé en la puerta de su casa y seguí a lo mío.
Según ella, solo iba abrir la puerta a dos personas familiares, pero, en la foto que puso en su estado, solo aparecía ella y su ser menor, ni su pareja tan siquiera, eso me sorprendió bastante, y por la noche, un par de frases sobre la edad, y me puedo imaginar que todos sus contactos la felicitarían, conocidos y amigos, y ella, tan contenta, supongo.
Llegó el día siguiente, yo esperaba de ella un mensaje de gracias o similar, nunca llegó, solo vi un par de fotos de su comida al día siguiente, una vez más, no me había dicho nada, y eso, no se prepara de la noche a la mañana, y sé que no me contará nada, ni yo preguntaré, pero me puedo imaginar la historia.
Y ahora, que ya ha pasado ese día tan especial para ella, vuelta a nuestra normalidad, ella, con sus cosas, aunque esté hartita y yo, a lo mío, y sin que ella sepa absolutamente nada....
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