El pasado fin de semana el amigo cartero me llamó a la hora de comer para comentarme si quería ir con él a probar su nuevo vehículo hasta un lugar conocido y pasar un rato de la tarde juntos: no tardé en aceptar ese plan y así lo hice.
Al día siguiente se lo comenté a mi familia y esa misma tarde él me decía que esperaba que no se lo hubiera dicho a nadie, ya que, él había comentado que había ido solo al pueblo y nada más.
Muchas circunstancias tendrían que darse para que nuestras familias se encuentren en algún lugar y comenten lo del coche y lo del viaje, pero, quien sabe.
El pasado viernes, el amigo cartero me comentó algo sobre que sus padres intuían algo relacionado con el sábado, es decir, que quizás ellos supieran que no solo fue al pueblo. Mi familia no me había comentado nada de si se había visto con su familia o no, simplemente puse iconos de silencio y ya.
Y llegó este fin de semana: era una de las posibilidades, que no escribiera, que no me contara nada, que él hiciera sus cosas, o quizás, las hizo con alguien más y por lo tanto, yo, a veces su segundo plato, no entraba ni el viernes ni el sábado, en esos planes, lo del domingo ya me los sé, café, rezar, comer y su casa antes de las 18 horas, cuando, cualquier otro día, no está en su casa antes de las 20 horas, y son cosas, que antes me enfadaban y ahora, como lo veo a diario me da igual.
Asi que, yo si pensé un plan para este fin de semana, que si le hubiera venido bien a él, se hubiera apuntado, pero, como con otras personas, viendo su falta de iniciativa, prefiero hacer lo que yo quiera, sin tener que dar explicaciones, sin tener que discutir y siendo relativamente feliz, él, que siga con sus cosas, sus ruidos, sus historias y sus pensamientos. Como me pasa con otra persona, no me gustaría estar en vida para hacer lo que hace y si, prefiero la mía...
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