En la tarde - noche de ayer pasaron bastante cosas raras: empezaré contando que después de muchos fines de semana quedé con el zamorano y el madrileño: el zamorano se pagó la primera ronda, por haber sido su cumpleaños y después el madrileño se puso a contarnos, a saco, sus calabazas: por algún motivo que no nos quiso decir quedó con ella un "mal día de martes" y que ella quería salir de su trabajo: en algún momento se enteró de "una situación que no sabía muy dura" y que a partir él se "atrevió a dar el paso" de hablar con ella sobre sus sentimientos: ella al parecer sonrió y no le dijo ni que si ni que no, y que ahora no era el mejor momento.
Mi amigo zamorano, intentando ver la parte positiva de la situación, pero mi amigo madrileño no lo veía así, y al final nos acabamos marchando, mi amigo madrileño se iba a Santander, donde había estado hace no mucho tiempo con otra gente, y supongo que le apetecía otra vez perderse por alli
Estará por aquí un par de días más, pero, por algo que contaré mañana, no sé si nos veremos, al menos, los tres otra vez.
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