Bienvenido

Bienvenido al lugar donde las palabras son más importantes que los silencios y donde siempre serás bien apreciado...

viernes, 9 de septiembre de 2016

2118 Con la mente en otro lado

Cuando voy a tomar un algo a un sitio se pueden dar varias situaciones, como he dicho alguna que otra vez.
La primera de ellas es que vaya a un bar poco conocido y mi trato se lo más cordial posible, pedir, hablar, pagar e irme.
Si conozco a las personas del bar, entonces cambia la cosa bastante.Antes más ahora, ya preparado, bastante menos, pero si voy al bar conocido y dependido de quien esté te pone mejor lo que pidas o no, y aunque el trato es bueno, puede o no haber conversación, si la otra persona tiene ganas o si yo tengo ganas.
Si no tengo ganas, voy a por algún periodico, lo leo y observo.
Si tengo ganas, pero la otra persona no tanto, se puede ir, me puede decir que tiene jaleo, que está amigo o amiga o mil cosas más,aunque sepas, que realmente lo que no quiere es mantener ningún tipo de conversación.
Y en esas estamos cuando haces preguntas triviales y observas que, realmente, lo que pasa es que su mente, por lo que sea, está en otro lado, en vacaciones, en su Madrid, en su gente, no sé, el cualquier cosa menos estar delante de ti, atendiéndote, no en tu consumición, si no, al planteamiento global
La solución, desde mi punto de vista es fácil, por un lado, si no me apetece no ir, y si me apetece, ir, coger mi periódico y disfrutar de ese rato, con tranquilidad y si no, ir a otro sitio, que suelen servir a veces, mejor café y hacer lo mismo, sin tener que se agradable, sin tener que dar o esperar conversación y pasar, como digo, ese tiempo.

No hay comentarios: