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sábado, 17 de septiembre de 2016

2127 Cuando la decepción supera al entusiasmo

Casi cada semana o cada día saber que no me vas a escribir un mensaje, que no me vas a contar nada, que sé que casi no me quieres ni ver, y que dentro de nada ni te acordarás de mi nueva onomástica, me hacer ver dos cosas, una positiva y otra negativa: cada vez que no te envio un mensaje, la verdad que me siento bien, sabiendo que, no sé cuando me contestarás y sobre todo, al menos así me lo has ido demostrando poco a poco, no has vuelto a querer quedar conmigo por tiempo, como casi siempre o ganas otras.
Yo ya pasé de llamarte y no me arrepiento de no volver hacerlo, pasé también de escribirte y lo hacemos cada vez con más distancia temporal, si me fastidió lo el año pasado, pero no te lo dije, este año, creo que irá por la misma senda, pero, como ya es diferente todo, y veo que tus ganas de saber de mi son cada vez más nulas y estás centrada en otras cosas, poco pinto y puedo hacer en tu vida, así lo has querido, así lo hago yo.
Sé que en la tarde- noche de hoy tienes un baile, pero, como casi siempre, no me has dicho nada, ni yo pregunto, ni falta que hace verdad, no me lo contarás, lo bueno, es que cada vez paso más de tí, y ni quiero ni pienso en escribirte, estas pasando como dije hace tiempo de compañera - amiga, amigo me dijiste tu hace tiempo, ahora mismo a simple conocida o la típica frase de "trabajé con ella" hace tiempo.
Dudo mucho de nuestro encuentro futuro casual o programado, por mi parte, ya no hay ganas y por la tuya, creo que tampoco mucha.
Yo a centrarme en lo mio y mis cosas y tú y tus circunstancias a lo que quieras, lo sé, ni me llamarás ni me contarás...creo que esta vez, no me equivocaré...

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