Hace unos días le envié un mensaje a mi amigo el cartero diciéndole que una tercera persona, medio conocida por ambos, me había enviado una imagen de un chubasquero para poder ir en moto y no mojarse.
El, más o menos, ni dijo nada ni contestó.
El día que nos hemos visto se lo he vuelto a comentar y para sorpresa mía, él, al parecer, me ofreció uno para otra persona hace tiempo: he preguntado cuándo lo compró y no supo responder, que fue de rebaja y resulta que le estaba grande, muy grande y quizás a la persona que se lo iba a regalar, le estaba bien: le propuse que me lo diera, ya que él no iba a usarlo: pero en su mente se produjo un negocio, si yo estaba buscando uno, y él tiene uno, la ecuación es fácil: vendérmelo a mi.
Entonces, de repente, quedamos para tomar un café y probarlo: tomamos café, le conté por encima mi viaje y él no contó nada de su comida, ni lugar, ni con quien, eso si, que estaba por la noche en casa, poco más.
Por fin, nos fuimos y me lo puse, pero había algo raro, él no soltaba la bolsa con la que había traído ese chubasquero: me lo puse, es bastante adaptable y estaba bien...y viendo que no me lo iba "regalar", pensé por la solución más fácil, y de momento: decirle que iba a esperar a que me dejara el otro amigo el que se había comprado y comprar, y que ya veríamos precio..él aceptó y se fue, otra vez, con su bolsa y su chubasquero. Pero en mi mente había otro pensamiento: si que quiero probar como me está ese otro chubasquero y si me está bien y adecuado, es probable que me lo compre, sin decir nada al amigo cartero: me parece muy curioso que, primero lo ofrezca alegremente y cuando ve una posibilidad remota de obtener dinero, diga que ya no lo da y que lo vende..así hizo con una moto que vi bastante poco tiempo y qué sé que vendió a alguien para comprarse otra, pero de esa venta y a quien, nunca contó nada por más o menos que insistí...
En fin, que ahora todo está en mi mano y sé perfectamente qué hacer.
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