Bienvenido

Bienvenido al lugar donde las palabras son más importantes que los silencios y donde siempre serás bien apreciado...

domingo, 18 de octubre de 2020

3515 Pueden pasar los años pero todo sigue igual

 Ayer tuve un encuentro con personas conocidas y otras no tanto, en las que aportábamos lo que nos iba pasando en nuestro trabajo.

Como siempre, esta clase de "encuentros", tan abierto, por un lado, como cerrados por otro, no sabes exactamente lo que vas hacer y cómo va a terminar, eso si, todos pensamos lo mismo.

El encuentro empezó antes de la hora indicada, cuando, normalmente, suele ser un poco más tarde, pero si, yo llegaba algo tarde, y me encontré a otra compañera que me indicó donde más o menos tenia que sentarme.

Hablaron tres personas, diciendo, más o menos las conclusiones de la reunión anterior, allá por marzo, y ahora intentar integrar cómo seguir, y sí, nos íbamos a reunir por grupos pequeños: los más numerosos eran los de mi profesión, en teoría dos grupos, muy numerosos y se decidió hacer tres grupos más pequeños: y en ese momento, empezó lo curioso: en cada grupo había una persona que más o menos sabía de qué teníamos que hablar, es debería haber uno en nuestro grupo, pero, al separarnos, nos quedamos solos, y sorprendentemente, me tocaba ser secretario y portavoz de todos ellos, y yo, sin boli y casi, sin papel..

Intentamos empezar la reunión, mucho ruido y fuimos a otra sala: cuando iba a empezar hablar uno, intenté sugerir saber quiénes éramos y donde estábamos, y no, a nadie se le había ocurrido simplemente eso.

Y así empezamos, fueron y fuimos hablando de quien éramos y qué haciamos, y en ese momento, llego la persona organizadora, para hacernos preguntas demasiado complicadas, por un lado, nada que ver con nuestra formación o trabajo, aún así, si que dijeron cosas que, en el supuesto caso de tener que hablar, lo diría.

Pasamos más de diez minutos de la hora establecida, decidimos dar por concluida la charla y observamos que el resto seguía hablando.

Por fin, la responsable nos sugirió precisamente que fuéramos entrando al gran salón.

Allí, otra vez, inesperadamente, me tocó hablar de las preguntas, yo sugerí hablar del resumen, es decir, lo que apuntado decir y que ellos habían dicho, solo un papel, cuatro frases y un pequeño resumen. El resto de personas simplemente leía lo que habían escrito, para que por fin, el último nos sugiriera volver a reunirnos en meses y tratar otros temas...eso fue lo más raro de todo, e incluso se planteo una fecha..pero eso quedará para otro día.

Y después de eso, tres nos fuimos a tomar algo: tengo que decir que, cuando nos dividimos de dos a tres grupos, mi compañero, de repente, se quiso ir a otro grupo, y si, eso me sorprendió, primero, que estuviera allí, luego me explicó que casi le habían mandado ir, pero no era su intención, casi, me lo temía, y luego , hablando con la otra persona siempre de lo mismo, de su vida, de sus cosas, casi sin empatizar con el resto, es lo que pasa cuando sabes lo que quieres, sabes el camino, pero sabes que es casi imposible, y no intentas buscar otro camino por donde ir, porque, o se hace lo tuyo o no te gusta y no haces nada..

Con esa persona, desde agosto que tomé café, no me ha vuelto a llamar ni a preguntar nada ni sé nada de ella, asi que, opté por eso mismo, dejarlo pasar hasta un nuevo encuentro. Una vez más, me ha dicho que ya quedaremos, pero no sé si lo hará, hasta ahora, no lo ha hecho...y si no lo ha hecho una vez, el resto...

No hay comentarios: