Hace dos semanas se produjo un "fichaje" más que sorpresa en la Liga Española: un emblema del Barcelona, estar muchos años en ese equipo, casi ficha por un equipo italiano y terminar en el casi rival Atlético de Madrid, todo, como digo, muy sorprendente. Alguien siempre me ha dicho que este tipo de fichajes tan raros y tan rápidos entre dos equipos de la misma liga muy importantes, si no estaría hablado todo esto hace años, nunca lo sabremos, pero, los intermediarios si pudieran hablar, contarían muchas cosas.
El caso es que, el jugador a dos días de empezar la liga, cambió de equipo: en el primer partido el jugador del Atlético se salió, ya que, saliendo desde el banquillo, metió dos goles y fue el revolucionario del partido: mientras tanto, en el Barcelona, irrumpía otro jugador de tan solo 17 años, y las comparaciones empezaban a realizarse, que si se hubiera quedado, que si el equipo podrá pelear por la liga...
Y llegó el segundo partido: aun sin jugar el Barcelona, el Atlético no consigo ganar al otro equipo con un juego que recordaba al año pasado, y que le costaba marcar gol.
Para los periodistas lo importante son los goles y no el juego o lo que aporte ese jugador, y sobre todo, si vale para el proyecto deportivo los próximos años, o pasará que el segundo año, se deja llevar y se busca un retiro más dorado, es decir, cobrar por jugar a menos nivel y tener menos expectativas de ganar cualquier título super importante.
Estoy seguro que a lo largo de toda esta temporada hablaré más de este binomio, ahora disuelto.
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