Hay gente que vive por y para la televisión y que hace de todo para tener minutos de audiencia a costa de su propia vida privada, y muchas veces es respaldada por la audiencia y es como la frase "la pescadilla se muerde la cosa", si das titulares, tendrás minutos, sino, se acabará la televisión y esa forma "rápida de ganar dinero".
Dos casos muy sencillos: Maria Teresa Campos, durante años fue la persona encargada de llevar cada mañana un magacine de diferentes estilos y versiones según la hora que fuera y casi daba igual la cadena. Por alli, también estaban sus hijas, una detrás de la cámara y otra delante. Sería un error contar las horas de televisión de ambas, por que son muchas.
Pasaron los años, llegó nueva gente y ella quedó al margen, ofreciéndola a ella diversos espacios donde estuviera más o menos cómoda, unas veces más tiempo, otras menos, e incluso, la ofrecieron hacer un reality de su vida, y más de lo mismo.
Pero, en ese momento uno se da cuenta que, depende de la cadena tenia audiencia o no: mientras que, en una cadena, al tenerla casi fichada podía hacer de todo, cuando fue a la otra, acompañada de su propia hija, el resultado fue diferente: poca audiencia y parece que dejaba de interesar.
Ella, desapareció de la televisión, pero, seguía dando titulares en las revistas, así como sus hijas en otros programas y sobre todo en revista, hasta ayer, que decidió dar otra entrevista para contar sus verdades y sus mentira que se han ido contando durante todo este tiempo, así de esta forma, tienen más contenidos para las próximas semanas.
Y ahora el otro caso: el ganador del último supervivientes vip, no hemos vuelto a saber absolutamente casi nada, alguna aparición esporádica y poco más: él vive de otra cosa, mientras la otra persona, vive de la televisión...
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