Si ayer comentaba situaciones laborales del amigo escultor, la entrada de hoy está un poco dedicada tanto a él como a su actual pareja.
Su pareja ejerce como educadora y desde el principio de la relación, es probable que por el sueldo, le haya sugerido la posibilidad de entrar en ese sector.
La primera vez que lo intentó fue para acceder a un curso de "cómo dar clase", pero, para ello, le hacía falta ingles y durante un verano, o al menos lo que yo sepa un mes, para preparar ese examen. Llego el día y no aprobó, asi que, de momento, se "olvidó de ese proceso"
Hasta el otro día que me comentó que había conseguido inscribirse para las oposiciones de este año de secundaria, con un pero: su titulación no era la adecuada para poder presentarse, ya que, por ejemplo, si él es escultor, le piden ser grabador, pero, literalmente me dijo "por si cuela", y yo le dije que dudaba mucho que colase, es más me dijo "así meto la cabeza", y yo le dije, sabiendo de qué hablo "tienes cero punto en general y por delante de ti habrá mucha gente, y sin cursos"..y ya no dijo más, como que, entrar en esas listas de interinos, el primero año, ya casi le diese "derecho a ser profesor"....
Y como decía, esta entrada también va sobre su pareja: la conocí hace años y hasta que no empezó a salir con él, no la había vuelto a ver. El caso es que si la sabía que tenía diferentes problemas de salud, sobre todo de espalda, ya que si que faltó algún tiempo al lugar que coincidimos.
El caso es que, el otro día, cuando nos vimos por la ciudad, ella misma me contó sus problemas, no solo de espalda de sino, de salud mental: está cansada, agotada, duerme poco y con bastante ansiedad. El tratamiento no la está viniendo bien y la cuesta salir a la calle, todo eso me lo dijo casi sin poder decir yo nada. Pero, lo que más me sorprendió fue que, ya me adelantó que quizás este próximo trimestre no pudiera ir a trabajar. A todo esto, su pareja, mi amigo, estaba al lado creo que tan sorprendido como yo, porque, él se lo suele guardar todo y no creo que me hubiera contado todo lo que la pasaba ya que, al día siguiente, cuando nos vimos solo, no hizo ningún comentario al respecto. Eso si, como ya le conozco, cuando la enviaba algún mensaje, enseguida se ponía nervioso por si le contestaba, con el móvil en la mano literalmente, hasta que se marchó, porque, en lugar de hacer lo que otras veces había hecho, "quería estar con ella" como es lo normal, ya que por la tarde, ella hizo y pensó otros planes, pero no con él...
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