Un año más llegó el partido más esperado para las dos aficiones que llegan a la gran final de la llamada Copa del Rey.
Dicen, que esta es una competición más atractiva, ya que, en las primeras eliminatorias suelen jugar equipos de casi aficionados contra equipos de mayor división y muy de vez en cuando hay sorpresas, como se suele decir, cuando el pez pequeño se come al pez grande.
Solo en las últimas eliminatorias se juegan a doble partido y a esos partidos suelen llegar equipos de primera o segunda división, pocas veces, de menor entidad
Y como digo este año tocaba enfrentarse al Real Madrid contra el Osasuna. A estas alturas ya sabrá el lector que el ganador fue el Real Madrid, que, esta vez si, con su presidente a la cabeza, estuvo con su equipo, no fue así en la semi- final, contra el Barcelona, que, por causas extradeportivas, decidió no ir, e incluso asistir al baloncesto, en ese caso, no le interesaba la Copa, ayer si.
Una de las cosas que se ha dicho es el famoso calendario: jugar una final de Copa, tres días antes de una Champions, implica, doble concentración de los jugadores y a la vez una pizca de suerte, para que nadie se lesione.
Un director de un programa de radio lo ha dicho lo que todos pensamos: el sorteo se celebra el agosto y ya se sabe el día de la final y lo que podría pasar en la Champions y nadie dijo nada en Agosto...ahora si, protestan.
En fin, que este año, como digo ganó el Real Madrid, contra un digno rival que quizás, hasta dentro de unos años no logre otra final, por otro lado, era esperado.
En otros países, sé que se jugó la semana pasada y no había "grandes equipos de esa liga", como es el Nantes, que jugó contra el Niza, ni rastro del famoso PSG, que no sé cuando cayó eliminado..aqui, al menos, ha llegado el segundo equipo de la liga regular...
El año que viene, de la Copa, más y mejor...
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