Creo que ha sido el primer sábado en muchos años que no piso el asfalto por la mañana: me he quedado tranquilamente estudiando en mi casa: he recordado cuando iba a estudiar a alguna biblioteca, y la verdad que me ha funcionado bastante bien para mi concentración: si que he hablado bastante veces por teléfono con bastante gente, pero entre ellos he omitido por todos los lados a mi amigo el madrileño, quiero ver si él me llamará a lo largo de la semana desde su trabajo, es una duda que tengo.
La tarde y la noche también fueron curiosas: me fui a tomar un café al bar de siempre, estuve sólo, tranquilamente y luego llamé al amigo de Donostia, cuando, de repente, me encuentro de frente a una compañera de la facultad a su marido a sus suegros y a otro señor, le paso el teléfono a mi compañera y yo me pongo hablar con el marido: se van los cinco y cuelgo el teléfono: llega la persona con quien había quedado y nos vamos a jugar a fútbol – sala, con otras ocho personas que no conozco de nada: partido normal, casi en mi equipo han jugado cuatro contra cinco, me pasaron pocas veces, no metí ningún gol, un palo y un tiro espectacular es mi participación en el partido: eran dos horas, más que los profesionales, y se nos notó: hicimos un descanso breve, y luego cambiamos de equipo, me pasaron más, sin ningún gol, pero si con jugadas buenas y esta vez ganamos.
De regreso para casa decido no salir, no me apetece y estoy cansado: supongo que el cartero con su visita de 7 horas a casa de su amigo el ambuibérico tendrá la noche hecha: café, paseo y cena: es raro, entre semana no paramos de quedar y llega el fin de semana y ni nos vemos...supongo que debería ser al revés y cambiar, y cambiará: eso espero.
110. Sigo viva y adicta al choco:)
-
Soy lo peor, hace semanas (¿qué digo semanas? ¡Meses! ¿Qué digo meses?
¡Años!) que no escribo aquí y ni he dicho nada. En fin, que ahora podéis
encontrarme...
Hace 11 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario