1002 Los sábados ya no son lo que eran

Ayer por la mañana a eso de las 10:30, algo más, decidí poner el móvil en funcionamiento, como era de esperar tenía un sms del cartero preguntándome si pasaba algo, por que el día anterior no le contesté, y le llamé, le dije había quedado a las 12:30, pero que podía quedar antes: dos minutos más tarde recibía una sms para desquedar a las 12:30, pero fui listo y quedé con el de Madrid: cuando llegamos al bar, estaba la antigua camarera de los fines de semana, que sólo nos dijo hola, y nada más: creo que la habré mandado varios sms, así como felicitado por su cumpleaños, para que ahora me diga hola y no me de ni una explicación de sus no contestaciones: alucinante, pero real.

Durante nuestro café, me dice que ayer se fue a no sé que grupo a ver una película, un grupo que va cuando no tiene plan ni nada que hacer, como siempre, jeje y que salió con otros amigos un rato por la noche: eso me pareció también alucinante, hacía mucho que no salía un viernes, raro para él.

Luego fui con el de Madrid, que sigue en su mundo feliz: en su mundo de prácticas de la universidad, de su baloncesto y de sus “cosas” (iba a poner chorradas, pero no es plan de despreciar lo que piensa) y luego, por fin cada uno a su casa.

A eso de las 16 horas me vuelve a llamar el cartero para decirme que va a visitar, otro sábado más, a su amigo ambu-ibérico: sus visitas, cuando va él solo son largas, de cinco a dos de la mañana o así: no sé si quiero pensar cuando yo tenga casa propia el tiempo que estará en ella: a eso de las 20 horas me llama, me dice que hace aire, y yo le digo que como no llueve se puede dar una vuelta y así lo hacemos a eso de las 22:30 quedamos para dar una vuelta por la ciudad, lo normal y empieza a llover...

Finalizado diciendo que este fin de semana me tenía que haber llamado la chica que está en Avila, pero vete tu a saber que cosas habrán pasado en su vida para no llamar, tal vez nada, como otras o como algunas que te dicen que te llaman y luego no lo hacen...os suena, ¿verdad?