Es impresionante, la verdad: otro fin de semana sin ver ni casi tener noticias del cartero.
Esta vez la "excusa" era perfecta: él decidió muy sorprendentemente irse hasta el pueblo del madrileño militar para verlo y de paso ver a su amigo "ambuibérico" por la carretera.
Y fue y vino y al parecer se mojó por el camino.
No sé nada má de él.
Ayer, sin gran novedad, tanto llamó por teléfono, como mandó mail, pero ni idea de qué hizo y es que, otros domingos tiene sus cánticos populares, su "cenas" no familiares y demás, pero ayer ni idea. Luego me lo dirá, o no, o tal vez solo cuente eso típico de "otro domingo más aburrido en casa.."
En fin, en un rato, nos veremos y no dirá nada, como en los últimos cafés, que se sienta, lee el periódico y no dice nada.
Precisamente por eso, por que no dice nada, esta mañana decidí no llamarlo: lo pensé varias veces e incluso se sobre seguro que alguna cosa se hubiera apuntado, pero no, estuve haciendo "mi vida" sin preocuparme por nadie...uno, es feliz con pocas cosas y una de ellas es esta: hacer lo que quiero..
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