Hoy me apetecia un montón escribirte, me hubiera gustado escribirte. Esta mañana cuando he salido a trotar un rato he querido encontrar algún cartel que me indicara algo de tu centro y del desfile de mañana de Carnaval, pero, para mi poca fortuna, no hubo suerte.
Luego he pensado escribirte diciéndote que lo pases bien estos días, pero, sospecho que estarán llenos de planes e incluso puedo intuir que, a lo mejor tienes baile por la ciudad y por supuesto, no me dirás nada de nada, eso, si no te ha surgido algún viaje con alguno de tus amigos.
En fin, que como muchas veces sé la respuesta, e incluso sé que no me dirás nada, ni me pediras nada, casi mejor que me quedo con las ganas de escribirte, de verte y de compartir un ratejo contigo.
Esperaba algo más de tí, ese más que nunca llegó, hubiera estado genial, pero, al parecer, yo, no entraba en tus planes, es mi sensación...
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