Después de no sé cuantos meses de saberlo y otros cuantos de relación, nuestro último amigo con pareja pasará en unas horas por al vicaría y eso, al fin y al cabo, puede ser los más sorprendente de todo.
El caso es que, si lo pienso un poco, no sé muy bien qué tiene en común ellos, más allá de las partidas de cartas y que les gusta ambos casi, la misma bebida, el resto de cosas es toda una incognita, pero, si ellos lo ven bien, me parece genial su paso.
Y por otro lado, como decía antes, puede ser que esta sea una de las últimas ocasiones en las que estemos todos juntos, parejas o no, y pasar un buen rato: no habrá muy malos rollos, solo conversaciones no transcendentes y cuatro cosas más, y en algún momento indeterminado desaparecerá la gente y nadie sabrá nada, como en otras tantas ocasiones.
Mañana, casi última comida, donde sé que no estaremos todos y luego volveremos a nuestra vida rutinaria....
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