El otro día fue el cumpleaños de un excompañero de facultad, es decir, que nos conocemos hace más de diez años y en estos diez años de nuestra coincidencia pues hubo momentos que nos acercamos más y otros que no no sabemos nada el uno del otro.
Yo, desde hace tiempo decidí solo felicitar aquellas personas que me felicitan a mi por mi cumpleaños, así no quedo mal unos con otros, la verdad y este año él me felicitó y yo hice lo mismo: es curioso por que ayer fue el cumpleaños de una excompañera de profesión y como ella no lo hizo por diferentes motivos, no los sé, la verdad, pues yo tampoco lo hice, me acuerdo y poco más.
El caso es que, como siempre dice mi excompañero tenemos un café pendiente y lleva toda la razón, pero ese café, por mi o por él, al final nunca llega, y el otro día pensando en qué cosas me han pasado si yo a él le dijera que una de mis mejores amigas es una excompañera de ese lugar donde nos conocimos, supongo que se sorprendería y mucho
Y en ese caso me puse a pensar en qué momento la exsoriana y yo empezamos a quedar, hablar, a tomar algo a ir a sitios y como al final acabé en su boda y ahora ambos, nos tenemos mucho aprecio, por que ella se fue a Madrid ya años después regresó, sin destino fijo pero con objetivos fijos: como trabajar, lejos, al año tener pareja, vivir en pareja, casarse, aprobar oposición y tener raíces en esta ciudad....pero para contar todo eso, sería bastante largo y la verdad, no me apetece contar tanta historia, si luego, el resto, sé más o menos lo que me contará.
Si me gustaría ese café o caña, pero, cuando me apetezca y no tenga con quien salir, que no me obliguen un día de diario, que me suele apetecer bastante menos...veremos si se da ese café.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario