Finalmente quedé con el amigo exzamorano el domingo por la mañana antes de cierto evento.
El lugar no era oculto, más bien, como así pasó, apareció el amigo cartero por alli, con las cuentas bien hechas para no pagar más de lo debido.
El amigo exzamorano, por suerte para mi y yo evitando todo lo posible, no me habló de su trabajo ni su futuro en otro lugar, aunque, si me dijo que él fue quien se hizo sus propios temas, con tiempo, cosa que ahora no tiene. El resto giró en torno a su pareja, sus oposiciones y sus futuros viajes e incluso cenas que él mismo propone y le salen bien, eso si, luego con sus más mejores amigos ni va, ni se les espera.
La sorpresa llegó por la tarde - noche, cuando, el cartero, todavía no sé a ton de qué, propuso una cena entre los tres y de momento quedó aplazada hasta final de marzo, si cuadra.
No haré preguntas, y haré como siempre, si puedo y tengo ganas voy a la cena, si no, pues me quedó, como he pasado estos días.
Es curioso por que, en estas semanas que he estado regulero, ni uno ni otro, ni casi nadie, me ha llamado para saber que tal estoy, asi que, ganas de cenar con alguien que ni se preocupa por mi lo más mínimo, no hay muchas, todo se verá.
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