Unos tres meses después de que un colaborador del programa Sálvame anunciara que, primero, se estaba separando de su mujer y segundo, que la persona con la que estaba curiosamente también es famosa, también está casada y con hijas, todavía, sigue el culebrón
Y lo que queda.
Por varios motivos: el primero es que al programa le interesa: el segundo a los protagonista les interesa y el tercero, a la audiencia también le interesa.
Lo último, o casi, fue que, al parecer ayer o antes de ayer, se graba una conversación de uno sobre un colaborador y "más o menos" sobre el dinero que sobre el dinero del tercero en discordia.
Y, aunque pueda parecer normal, no lo es tanto: es cierto que en el programa se graba todo y se habla de todo, pero no se emite todo lo que se graba o no siempre.
Durante toda la tarde, al parecer, estuvieron dando cebos hasta que dieron solo parte de esa información, como casi siempre, con el colaborador estrella y con sus no ganas de hablar, pero al final siempre habla.
Y todavía queda la segunda parte, que se supone que nadie sabe, hasta que el protagonista lo vea y diga lo que tenga que decir.
Y es que, desde mi punto de vista, todo esto se acabaría si, de repente, ambos dejas de salir en televisión, dejan de cobrar de esa televisión e intentan hacer otro tipo de vida, o la vida que llevaban antes.
Pero creo que ni a ellos, ni a la televisión ni puede que los espectadores quieran eso.
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