Una vez más mi amiga vuelve a las andadas: en cuanto tiene un rato libre y deja a las personas en sus diferentes sitios ubicadas, me llama, mejor dicho, me manda algún mensaje para pasar a verme.
Si el pasado jueves, pensaba yo que, más o menos claras las cosas, incluso, con lágrimas de por medio, hoy, otra vez, volvemos a casi un mes atrás, con dos nuevas situaciones: que se supone que ella volverá aquí el próximo miércoles menos tiempo y a tiempo vista, Septiembre.
Y eso último, no me gusta: no sé cómo decírselo otra vez, cuando yo pensaba que ya estaba hablado, pero, si, quiero dejarlo, quiero hacer otras cosas, no me apetece estar horas y horas contestando a los mensajes de texto, trabajando, cuando estoy en casa, sabiendo que a partir de cierta hora no puedo llamar ni mandar mensajes, llevando más que una doble vida donde, solo lo sabe una persona y su entorno...y sobre todo, lo que más me gusta, se que cuando me hace preguntas yo las pienso, pero no las digo, no quiero decírsela y ella, creo que lo sabe.
En fin, con ganas de terminar, la verdad, y aunque nos veamos, cada uno hacer su propia vida, es decir, su vida.
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