Hace unas semanas fui convocado para "celebrar" los primeros diez años de un lugar donde estuve trabajando siete años y me apetecía estar con ellos, con algo de miedo, como ya conté, por recuerdos buenos y no tan bueno, sensaciones: allí estuve e igual que me pasó cuando quedé con mis compañeros más de veinticinco años después, se me pasó rapidísimo, y muy bien: si me sorprendió que algunas personas con las que hablo habitualmente por teléfono, ese día, casi ni me hicieron caso y luego, se vio, que tampoco han vuelto a llamar.
El caso es que, como las redes sociales son así, he visto que han despedido a algunos de las personas con las que compartí eso siete años, podrían haber llamado, pero, no parece que para eso no les interesaba y preferían que fueran otros y otras: es más, las redes sociales me hacen ver qué hicieron y cómo lo hicieron: muchas canciones, adaptadas y discursos de los jefes, eso si me sorprendió
Uno sabe cuando no tiene que estar, y ya pienso que, si me quieren volver a llamar para otro tipo de celebración, es probable que no cuenten conmigo...
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