El pasado sábado hice mi típico viaje de verano en moto por diferentes sitios de la ciudad.
La primera idea era ir hasta el pueblo del amigo militar, pero como siempre, contesta tarde asi que, opción descartada: segunda opción ir a visitar a mi nueva amiga especial, un lugar cercano, y luego seguir ruta, y esa idea era buena, hasta que me puse en contacto con el amigo cartero, que teniendo gente en casa del pueblo, ya no le apetecía tanto quedarse allí haciendo cosas, su idea era estar todo el día con la moto, bueno, me puedo imaginar que hubiera querido llegar antes a casa o eso dijo.
Y finalmente quedamos en un lugar intermedio: hicimos la visita a un santuario donde hay una Virgen y luego a la casa de mi amiga: yo a él no le di muchas explicaciones, pero mi amiga estaba super- nerviosa ya que no paraba de hablar y a la vez llegaron unos invitados y nos enseñó a todos su casa: de una sola planta, con varias habitaciones, faltaba el trastero y bodega, pero estaba muy sucio y no nos lo enseño.
Los invitados se fueron para dentro, mientras que, yo me quería ir, y así lo hice.
La vuelta fueron de 200 km para no llegar hasta un supermercado donde hay una cosas que venden que me gusta, y no pasó nada: solo me fastidió el tener que tomar algo allí que yo no lo hubiera hecho, la verdad, hubiera seguido ruta, pero el amigo cartero, ya sé como es y no era plan de discutir.
Muy tarde llegamos a casa y cada uno a lo suyo
Ahora, me toca esperar si él propone algo para la próxima semana, que sinceramente, lo dudo.
Y yo, tengo ganas de hacer con mi amiga lo de la semana pasada, sin casi nadie delante, jeje.
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